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Físicamente dentro, mentalmente fuera / PIMOs en LLDM

Así que tengan cuidado de su manera de vivir.
No vivan como necios, sino como sabios,
aprovechando al máximo cada momento oportuno,
porque los días son malos.

Efesios 5:15-16



Un día cualquiera abrimos YouTube para buscar algún video interesante y la aplicación nos da una sugerencia: “De triunfo en triunfo, iglesia La Luz del Mundo” dice el título del video. En él, unos 300 luzmundanos se forman frente a la fachada de uno de sus templos y saludan hacia la cámara del dron que toma la escena de los hermanos y hermanas ondeando pañuelos blancos y palmas en sus manos. A una sola voz gritan con entusiasmo y alegría: “¡Feliz aniversario apóstol Naasón, te amamos y te esperamos!” Sueltan una multitud de globos con una mano y en la otra ondean pañuelos blancos mientras entonan una alabanza a Naasón. El narrador del video habla de la impresionante “unidad” que tiene la iglesia a pesar de sufrir la “persecución” en su contra.

Pero en el video hay un aspecto que no se puede apreciar fácilmente, la unidad vista en el video, NO es perfecta.

Lo que una cámara de video no capta

Lo que la potente cámara del dron no capta, es que entre los hermanos hay algunas decenas de jóvenes, de ancianos, de adultos e inclusive niños que ya no creen que Naasón sea un enviado de Dios y que La Luz del Mundo sea la “iglesia verdadera de Jesucristo”. El video no lo refleja, pero sus miradas ya no son las mismas que hace algunos años o meses, no cantan con el mismo fervor los himnos dedicados a Naasón, inclusive, algunos ya ni cantan ni levantan sus manos hacia las pantallas o hacia las cámaras. Otros, en lugar de responder “amén”, susurran “no, amén” a aquellas afirmaciones en las que no están de acuerdo. Si te fijas, sus miradas reflejan resignación, rechazo, desdén, tristeza, incomodidad, también, nada. Sí, nada. Pareciera que no están ahí, que están en otro lugar, ¿quiénes son ellos? ¿Por qué ciertas actitudes no coinciden con las de la multitud que manifiesta públicamente su “adhesión a la Elección”?

Ellos son miembros de LLDM que ya no creen en la “elección”, ya no creen que LLDM sea la única iglesia que tenga la “verdad”. Ellos son PIMOs.

¿Qué es un PIMO?

PIMO es un acróstico de la frase o concepto en inglés“Physically In, Mental Out”, cuyo significado en español es “físicamente dentro, mentalmente fuera”. He querido tomar este término que según parece fue originado entre los extestigos de Jehová para nombrar a aquellos miembros que ya no creen en las doctrinas de la secta pero continúan practicándolas por temor a las consecuencias de negar la fe: el ostracismo (la expulsión, la segregación, la muerte social).

Sí, en el video mencionado quizá estaba un hermano tuyo, algún pariente, algún hijo, sobrino o tú mismo. Miembros que ya no creen o que nunca creyeron pero que no pueden dejar de asistir a las oraciones, sobre todo a la dominical, no pueden confesar que ya no creen, no pueden comentarle a su familia o a su esposa (si están casados), a sus hijos (si los tienen) o a sus amigos, que ya no creen, que no soportan tanta idolatría ni tanta mentira y manipulación. Los que como tú, ahogan en sí mismos la impotencia de no poder exclamar la indignación que sienten cuando los Obispos del Consejo se burlan de la iglesia al mentirle. Todo aquel que cuestione las acciones de las autoridades corre el peligro de perder el amor de sus familias. En tu caso, decir lo que hoy comprendes te haría un apóstata y por ende, enemigo de la iglesia, enemigo de Naasón y enemigo de Dios. Mereces la muerte.

Desde el arresto de Naasón las consecuencias de ser “apóstata” son más terribles que nunca. Ya hemos platicado en otras ocasiones a qué se expone un luzmundano que confiesa que ya no cree en el “apóstol” Naasón y que no cree que LLDM sea la iglesia “verdadera” (visita nuestra entrada “Discurso de odio en LLDM”). No cualquiera posee los recursos mentales, sociales y económicos para enfrentarlas.

La cúpula ha ordenado una cacería de brujas. Sus pastores no se han andado con rodeos para proferir verdaderas invitaciones al odio y a la violencia contra los que han dejado de creer en la divinidad del “apóstol”: “¡Mátenlos a pedradas!”, “son como el ébola”, “¡Párteles la cabeza como a una serpiente!”, “¡Ojalá Dios los exterminara de sobre la faz de la Tierra!”, “no importa que sea tu hijo, tu esposa, esposo o tu madre, mátalos a pedradas”. Continuamente se invita a cada miembro a delatar a los “apóstatas”. Esta es la razón por la que un adolescente no confiesa, por la que no comparte a sus padres que ya no cree que Naasón sea un apóstol de Jesucristo. El mismo Naasón enseñó que todo padre debe levantar su mano contra aquel hijo o hija que decida tomar un camino diferente que no sea el que le fue enseñado, por supuesto, el de la fe luzmundana. Pero… ¿a dónde iría un adolescente expulsado de su hogar por sus padres? Muchos de esos jovencitos están en esos videos-saludos de “unidad perfecta”. ¿Hacen bien los adolescentes que ya no creen en asistir, solo por salvar su seguridad familiar, su bienestar físico y emocional?

Los matrimonios tienen órdenes estrictas de separarse del esposo o esposa “apóstata”. “Apedréalos hasta que mueran”, dijo en una dominical el ministro naasonita Pedro Hernández: “No importa que sea tu hijo, tu hija, tu esposa”, haciendo clara alusión al verso bíblico y resumiendo que los “apóstatas” son dignos de muerte. ¿Qué le espera a una familia cuando uno de los esposos confiesa que ya no cree en Naasón ni en su LLDM? ¿Qué pasará con la familia? En la secta el “apóstata” debe ser exhibido, linchado públicamente, “evidenciado como portador de un virus como el ébola”, dijo en su disertación amenazadora Gilberto García, otro de los pastores de renombre de esta asociación religiosa. Esta es la razón por la cual muchos hombres y mujeres casados no se animan a compartir sus dudas, sus razonamientos y análisis de la fe que en otro tiempo practicaron y defendieron. Tienen miedo, miedo a perder a sus cónyuges, a sus hijos, muchos saben que confesarlo significa destrozar a sus familias. No son pocos los matrimonios disueltos por esta razón y estoy convencido de que algunos de los que me leen en este momento lo saben perfectamente.

Muchos jóvenes, muchos adolescentes, muchos adultos, ancianos y ancianas tienen MIEDO. Muchos que trabajan para luzmundanos perderían sus trabajos de años, otros que viven en colonias naasonitas perderían sus negocios e inclusive, sus bienes inmuebles. Aunque ya no crean, prefieren continuar protegiendo a sus familias, sus recursos, su bienestar emocional y otros aspectos. Es decir, físicamente asisten al templo, pero mentalmente ya no están ahí. Mientras, la secta capitaliza su miedo.

La cúpula lo sabe. No solo lo sabe, manipula todo lo que puede, de ahí que no son pocos los grados de “pastor” y “diaconado” que ha entregado a los sospechosos de apostasía cuya personalidad y trayectoria sirven a la causa de los Joaquín. Así, los conserva aunque están completamente conscientes de que esos pastores ya no creen tanta estupidez religiosa. El pastorado y el diaconado (inclusive para mujeres), ha sido regalado en últimas fechas como si se tratara de dulces que salen de una piñata. Y es que no es para menos, hay PIMOs también en el cuerpo ministerial.

Palabras de aliento

Pero no quiero abundar más en detalles que ya hemos comentado en otras ocasiones. Hoy quiero cerrar esta breve entrada dirigiéndome a los PIMOs que se sienten atrapados, encarcelados y esclavizados en la secta La Luz del Mundo:

No te sientas mal por aquellos que ya salieron y te tachan de “cobarde” o “convenenciero” porque no sales de la secta. Nadie puede saber mejor tu situación y sentimientos que tú. Nadie más que tú sabe exactamente qué es lo que sientes, qué es lo que valoras y qué es lo que te impide expresarte. Nadie.

Nadie puede llamarte “hipócrita” porque sigas haciendo algo en lo que ya no crees por conservar el amor de tu familia, de tus padres y de tus amigos. Nadie puede ponerse en tus zapatos de manera exacta porque no existe otro igual que tú y por lo mismo, jamás serán las mismas condiciones. Tú has de salir cuando salgas, en su momento, a tu tiempo, no al tiempo de los demás. Y si sigues creyendo en Dios, seguramente me entiendes cuando digo que Él te seguirá acompañando en esta parte difícil de tu vida.

También, quiero felicitarte porque desde el momento que dejaste de creer, ya eres LIBRE. Y no necesitas confesarle a nadie nada para serlo. Ya lo eres. Ya no cargas el yugo espiritual de Naasón ni de su secta, sus supersticiones no pueden alcanzarte; su infierno ya no pesa sobre ti y sus maldiciones ya pueden valerte un cacahuate. Sus ritos inútiles ya no te salvan y puedes verlo a él tal cual es: un estafador, un criminal abusador sexual y un líder religioso en desgracia. Has pasado de las tinieblas a la luz y ten la seguridad de que somos miles los que nos alegramos contigo y te abrazamos en la distancia y el tiempo.

Sí, estás físicamente dentro, pero mentalmente ya estás afuera, la verdad te ha hecho LIBRE. Definitivamente eres una persona bendecida.

¡Anímate! Estás rodeado o rodeada de miles que siguen en oscuridad y eres un afortunado, eres una persona bendecida porque puedes ver la luz.

Nadie debe culparte por asistir a los cultos por cuidar el amor de tu familia, nadie debe señalarte si no confiesas lo que sientes, lo que ya no crees; porque eres un adolescente que depende de sus padres y no estás listo para ser expulsado del seno familiar. Algunos creen que deberías tener el valor para dejarlo todo, pero no les creas, para actuar con valor cristiano y dejar padre y madre o familia por amor a la verdad se requiere tener la fe suficiente y sobre todo saber qué significa buscar a Cristo. Pero la fe necesaria no es aquella nos enseñan en la secta, esa es completamente inútil. Por eso no te animo a dejar la familia por amor a Dios, porque para hacer actos valientes como ese, se requiere una fe entrenada que la secta jamás nos compartió ni nos hizo cultivar. Por eso considero que sea que que tengas la fe genuina para hacerlo, o que las condiciones necesarias se den, darás el paso a tu tiempo con la ayuda de Dios, no a mi tiempo, ni al de nadie más por muy sabio que se considere.

Armas clave: la paciencia, la sabiduría y la templanza

La familia de cada PIMO, sus hijos, sus amigos, su bienestar, su paz, su presente y su futuro son rehenes de la secta. Si te sales, ella buscará lastimarte quitándote lo que más amas, lo que más te hace falta, destrozará tu vida, acabará con tu tranquilidad y con tus ganas de vivir. Por eso, debemos ser más sabios que ella, de ahí que tres virtudes sean la clave de nuestro éxito.

Yo sé que lo que sientes y lo que hoy entiendes no cabe en tu corazón. A veces es difícil guardar silencio ante la mentira descarada y la manipulación crasa de la que la iglesia es objeto. Sé que llega a ser completamente insufrible una predicación sobre la “hermosura y perfección del apóstol”, lo sé, así como orar y cantar para poder escuchar una dominical que dura a veces más de dos horas. No se diga de aquellos cultos donde se adora al líder, puede llegar a causa dolor. Pero debes tener paciencia. Sumado a tu esfuerzo por asistir lo menos que puedas, puedes ir comentando con tu familia algunos aspectos que consideres que no deberían ser, pero con mucho tacto, sutilmente, con sabiduría. Lamentablemente estas virtudes, no se mencionan en la iglesia y menos se ejercitan en la vida diaria. Cada luzmundano se vuelve experto en “elección” pero neófito en la sabiduría o la templanza. En general nos enseñan a ser impacientes, a no quedarnos callados, a hablar sin pensar para defender la fe. No nos enseñan ni nos ejercitan a escuchar, a dominar las emociones, a conservar la calma, a tomarse un tiempo para razonar las respuestas, jamás (y no hablo de que no haya una predicación un domingo cada año, me refiero a la parte de la educación cristiana. Por eso nos cuesta mucho tener paciencia para esperar los mejores momentos para decir lo que sentimos, nos falta sabiduría para decir las cosas de tal manera que no duelan, que cumplan su cometido, que sean las palabras exactas “sazonadas” (Colonsenses 4:6) para que las reciba con agrado aquel a quien van dirigidas. Igual, no sabemos ser moderados, apacibles, nos es difícil conservar la calma, controlar nuestras emociones y escuchar a los demás sin enojarnos ni arrebatarnos. En la secta aprendimos de muchas formas a ser todo lo contrario, es por eso que nos cuesta tanto dialogar con un luzmundano, porque muy posiblemente, aunque ya somos libres, podemos ser muy parecidos.

Pero nunca es tarde si queremos lograr algo con nuestras familias y amigos, me consta.

¿Qué puedo aconsejarte mi estimado PIMO de La Luz del Mundo?

Antes que nada, confía en Dios y, si ya no crees en Él (lo cual es tu perfecto derecho), creen y confía en ti. Y mientras se llega el día de que salgas de esa prisión física a la que estás sometido te sugiero lo siguiente:

  1. No discutas con tu familia razonamientos sobre la falsedad de la secta si la familia se molesta. Hazlo poco a poco de manera sutil. Y si es necesario, no toquen el tema hasta que veas momentos adecuados. Pídele a Dios sabiduría, algo que en la secta jamás nos enseñaron a cultivar por obvias razones.
  2. Acude a tus amigos que piensa igual y que quizá están en la misma situación. Si crees que podemos ayudarte, escríbenos, buscaremos la ayuda necesaria para ti.
  3. Acude lo menos posible al templo, siéntate atrás, llega tarde, sal de inmediato al terminar. Si crees en Dios, órale, pídele paz, fe, valor y sobre todo, paciencia.
  4. Esfuérzate en salir de las redes sociales coercitivas de la secta. Inventa cualquier razón, busca actividades a la hora de los cultos que te aprovechen, ve al gimnasio, estudia manualidades, inglés, lo que te guste.
  5. Si te es posible, sé firme en que ya no quieres participar en los grupos de la Iglesia, al principio se molestarán pero poco a poco se harán de la idea de que no cuentan contigo. No es fácil, pero algo que te hará sentir mejor, es dejar de dar dinero a la secta.
  6. Dirige tus pensamientos al único Dios, un templo naasonita no es el mejor lugar para adorarle, pero Él sabe la situación en la que estás, te escuchará.
  7. Eso sí, respeta la fe de los sinceros. Para ti puede ser despreciables algunas practicas, pero para ellos hasta este momento son sagradas y forman parte de su espiritualidad. Si no se las apluadirás, sonríe, compréndelos, están engañados y manipulados, exactamente como tú y yo lo estábamos. La burla no persuade ni convence a nadie, todo lo contrario.
  8. Comunícate de manera efectiva. Si eres menor, haz tu trato con tus papás, decide antes de hablar con ellos con qué puedes comprometerte de las actividades de la Iglesia y cuáles no, pero respeta esos acuerdos. No hagas nada que atente contra tu integridad física.
  9. Haz amigos “gentiles”, sal al cine, conoce a tus vecinos, haz migas con ellos. Sal a tomar un café, visita a tus familiares de otras religiones, convive. Cuando salgas de la secta te hará falta una red de amigos con quién socializar, haz nuevos amigos de calidad.
  10. Quiérete. Arréglate, si eres mujer, maquíllate, mírate bonita. Esfuérzate por ser feliz. Si eres hombre, igual, cuídate, trátate bien, salgan con sus amigos, disfruten la vida.
  11. Recuerda, el dios de Naasón es inútil e inexistente. Pero en la vida el cristianismo nos ayuda a vivir mejor y sean cristianos o no, tenemos valores, ética, moral. En La Luz del Mundo aprendimos algunos valores cristianos, pero no porque algún dios se los revelara a Samuel, a Aarón o a Naasón, sino porque la Biblia los enseña de manera clara. Aunque dejes de creer en las fantasías luzmundanas de los Joaquín, afirma tus valores. Dentro de la secta como PIMO o fuera de ella ellos siempre deberán ser guía en tu vivir,. Dentro o fuera sé feliz todo lo que puedas y sé una excelente persona, no por miedo al dios de nadie, sino por exclusivamente convicción personal y, si conservas tu fe, también por amor a Dios.

Todo tiene su tiempo (Eclesiastés 3)

Para finalizar queridos amigos, quiero expresarles que no es mi intención etiquetar a nadie cuando les platico esto de qué es ser un PIMO, de hecho, yo mismo me hago llamar EXLLDM, etiqueta que me identifica como ex, de una secta, ¿a quién le gustaría tener una etiqueta tan oscura? Pero en mi opinión, este término me hace recordar de dónde salí, cuánto debo agradecer además de cuán feliz debo ser. Por otro lado, me hace recordar que tengo un compromiso ético con los que dejé tras de mí y también, por qué no, me recomienda con aquellos interesados en conocer a la secta, pues saben que la información que proveo, me consta porque viví dentro de la secta y eso me da suficiente grado de credibilidad.

Así que, mi oración a Jesucristo y mis pensamientos esta madrugada son por aquellos que como tú, esta mañana estuvieron en la dominical corporalmente dentro, pero mentalmente afuera. Sé que algún día, como ha pasado con muchos, estarás con nosotros de este lado, libres también en lo físico y rodeados por una gran parte de sus familias.

Donde estás, estamos contigo y donde estamos, te esperamos.

Así sea.

Fraternalmente:

Moisés De la Fuente

  • Antonio
    3 agosto, 2025 at 12:15

    Saludos EXLLDM, les recomiendo una página en inglés llamada Protestia.com. Esa página se encarga de desenmascarar a sectas y a pastores farsantes que abusan de la fe de sus seguidores. Quizás podrían mandarles aportes sobre la LDM para que más gente se entere de ellos.

    • Daniel Muñez
      20 septiembre, 2025 at 21:26

      Muchas gracias Antonio, seguramente visitaremos la página y de ser posible, nos apoyaremos de ella.

      Saludos.

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