Humo blanco sobre la Hermosa Provincia

Habemus apóstol

Naasón Joaquín es el nuevo “apóstol” de la Luz del Mundo.

Era un misterio, un arcano místico, un secreto divino…

Pero ya lo sabía El Universal, El Informador, Mural, Milenio Diario, Aristegui Noticias, Reneé de la Torre (la antropóloga especialista en el estudio de religión), y decenas de estudiosos de la religión en México. ¡Vaya! Hasta los católicos lo sabían, sin omitir claro, a los colaboradores de este blog.

Naasón Joaquín es el hombre de apellido Joaquín que, según la fe de quienes lo eligieron, fue “escogido por Dios” para llevar las riendas de la iglesia La Luz del Mundo.

Eran pocos minutos antes de la tres de la mañana de este domingo 14 de diciembre. Los ministros y fieles de la iglesia se encontraban en una sesión de “plegarias a Dios” para pedirle que manifestara a su “nuevo elegido” para guiarla. Pocos ministros estaban a un lado del coro de Hermosa Provincia y atrás de ellos, los hijos del difunto “apóstol” Samuel.

De pronto, Gilberto García Granados, pastor evangelista, pasó al micrófono para anunciar que la hora esperada ya había llegado, que daría un testimonio e inmediatamente después daría el nombre. Y comenzó la narración de un sueño que alguien tuvo, no dijo su nombre (luego supimos que fue de él mismo), el sueño era el siguiente:

Alguien veía subir al cielo a Samuel en una nube y le pedía a Dios que lo regresara porque lo necesitaba, pero la nube de todos modos subía. Luego esa misma nube regresaba con la figura del ungido de Jehová, y una voz dijo: “este es mi ungido Naasón”.

Los miles de fieles reunidos en HP gritaron del júbilo, lloraron, y levantaron sus manos para saludar al nuevo “ungido”. Naasón tomó el micrófono y comenzó a hablar a la iglesia:

“Ahora puedo decir con libertad Naasón Joaquín García, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo”
“Hermanos reunidos ¿aceptan mi ministerio?”
“Hermanos encargados, ¿aceptan mi ministerio?”

Acto seguido, los pastores comenzaron a saludarle en el altar secundario del templo sede. Mientras los coros amenizaban el momento histórico y el ministro Nicolás Menchaca con gritos desaforados (para variar) invitaba a la grey a alegrarse y levantar sus manos.

Al terminar su breve saludo en el que muchos ministros se mostraban impávidos y fríos, Naasón Joaquín subió al lugar principal en el altar mientras el cuerpo de Samuel a sus espaldas se encontraba cubierto por una cortina oscura. Luego emitió unas cuantas palabras e invitó a la pasarela apostólica a su madre, la hermana Eva. Seguido por sus hermanos caminó por el pasillo principal hacia el exterior del templo. Ahí la multitud lo esperaba con gritos de júbilo y porras a semejanza de un líder político:

“¡Somos de Naasón Joaquín!, ¡somos de Naasón Joaquín!”

Luego el flamante “apóstol” subió al balcón de su padre, en la llamada Casa Grande, saludó brevemente muy al estilo del anterior “apóstol”. Agradeció a los presentes haber venido a los funerales y a menos que haya cambiado la fecha, los invitó al entierro de su papá “el día de mañana”, es decir para el lunes. Luego les anunció que irá a visitarlos a sus iglesias. Acto seguido los coros se unieron para interpretar el himno de moda ‘Apocalipsis 10’.

De esta manera, concluye e inicia una etapa más de la iglesia La Luz del Mundo, en la que, según sus doctrinas, Dios escoge a sus ungidos de una misma familia, pone su unción en la sangre y en el apellido para después darlos a conocer mediante una presentación falsa y absurda.

Pero es claro que no todos se han tragado el cuento de la elección apostólica de la dinastía Joaquín, ni mucho menos que su elección haya sido producto de una revelación y manifestación divina.

En el templo y en las calles, en internet y por radio, no son pocos los que no levantaron su mano, que no gritaron apoteósicamente y que no dijeron “somos de Naasón Joaquín”.

En estos precisos momentos, muchos exsajofitas -ahora naasonitas-, se han ido a dormir con la tranquilidad de saber que hay un “apóstol en la tierra” hijo de otro “apóstol”, pero muchos son los que tardarán en conciliar el sueño, porque se han dado cuenta que han sido timados de la forma más ruin y más baja que se puede dar en una religión falsa que se dice cristiana.

Habemus apóstol, pero también habemus sido burlados.

Hermano sincero de La Luz del Mundo, si te quedas en esa cueva de ladrones, no digas después que Dios no te abrió el entendimiento.

Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida del ardor de la ira de Jehová. – Jeremías 51:45 –